Anécdota: Cuando decidimos
entre todos los amigos del White Sox, todos los jugadores, buscar una casa
donde reunirnos. Buscamos una casa muy grande que había en la calle Williman
542, había que presentarse ante el Banco (¿?) que era el que autorizaba, como
garantía de alquiler. El gerente llama a uno de los empleados que era cuñado
del que era presidente de nuestro White Sox: decime una cosa, vos aprobas
que le demos garantía a estos ¿?, qué es White Sox ¿?!! Y que idea tuvo este
muchacho simplemente decirle: pero Sr. Gerente fíjese que el White Sox!! deben
ser norteamericanos que están (relacionados) con la Embajada Americana, llenos
de plata. Éramos nosotros una muchachada de Punta Carretas, Pocitos, no éramos
prácticamente nadie como para garantizar un pago de una casa de 700 pesos en
aquel entonces. Te parece a vos que podemos? Si, si, autorícelo gerente, miren
que estos son americanos, llenos de plata, mire que yo los conozco. Ah, bueno y
autorizó (la garantía) por el pago (del alquiler). Bueno nos dimos el placer de
tener una casa muy linda, con varios dormitorios, había un fondo precioso,
donde había un círculo de ladrillos que rodeaba el árbol y ahí nos sentábamos a
tomar mate y conversar sobre los partidos. Fue una época muy linda. Después en
el patio grande se puso una mesa de ping pong, donde venían los botijas de la
tarde, a mí se me ocurrió hacer una donación de pelotas, paletas y entonces le
pusieron a un campeonato que hicieron entre los menores “Campeonato Hugo
Palanco”.
Cuando estábamos en la sede Williman 542,
casa preciosa, con garaje con cuatro
habitaciones corridas, un patio,
porque en las casas viejas antes era costumbre que en una habitación enorme era
el comedor que se abrían a través de puertas labradas, todos los vidrios, baños
y cocina, dos altillos y el fondo. Nosotros teníamos que pagar el
alquiler, para ello teníamos que conseguir socios y hacer bailes todos los
Sábados. Uno de los Sábados vino un dúo Yacaré Pagua, no se quien lo contrato,
un famoso dúo brasilero, como vino a recalar acá, al club nuestro, no tengo
idea, entonces nosotros teníamos un barcito en lo que ser el comedor, que los
habíamos nutrido de bebidas, bebidas de aquella época, llegó haber una botella
de Wisky, mientras estos cantaban y nosotros bailábamos y eso, se mandaron la
botella enterita los dos, que más hay? la caña cuadrada de Ancap, caña, caña,
se la bajaron también. Hubo que ir a comprar Espinillar. Las tres se la
mandaron, con decirte que no nos cobraron nada, porque se fueron totalmente
ebrios. Decir borracho o ebrio era poco. Nosotros quedamos contentos, porque se
había hecho un baile y se recaudó dinero, se podía pagar el alquiler, claro
nosotros éramos 100 socios más o menos, a peso cada uno, eran 100 peso, pero
300 pesos era el alquiler.
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