Transcripción Original del Artículo de diario capitalino
“Tribuna Popular”
SE SALVO EL
NIVEL TECNICO; LOS PITCHERS LO MAS DESTACADO
A pesar de haber concurrido a toda la temporada de béisbol,
podemos sacar una breve conclusión de la misma. El nivel técnico se ha salvado.
Ha existido de parte de los jugadores un deseo enorme por corregir los errores
y perfeccionar las modalidades de juego. Hay ausencia total de “coachs”. Debido
a un ausentismo total de gente que conoce este deporte. Se han alejado debido a
las causas conocidas; falta de interés en la actividad. Pero pese a ello la
temporada ha tenido buenos resultados en
el orden técnico. Han existido buenos pitchers (aunque ya queden pocos capaces)
Milton Magro y Venancio Flores se han destacado sobre el resto. Ha existido
mejor accionar a los lanzadores, más completos en su juego. Ahora los
serpentineros han comprendido que son parte defensiva en la novena y su labor
también es efectiva en el puesto llave del montículo. Los
cátchers han sabido acompañar a los lanzadores con un accionar atento a su
puesto. Colaboradores efectivos durante los siete innings del juego. Los
jugadores de base, han estado por debajo de otras temporadas. No ha existido
orientación en la ubicación de hombres con pases largos en los puestos más
“calientes”, la tercera o el campo corto. Los fielders, han mostrado en general adelantos. Son más movedisos y con
mejor ubicación en los extremos del terreno. Se ha tomado la prudencia de ubicar
a peloteros rápidos en este puesto, que es de enorme responsabilidad en un
juego de béisbol. Pero el defecto mayor ha sido la carencia absoluta de bateo.
Esto es muy importante. En todo deporte; no hay mejor defensa que un buen
ataque. En nuestro béisbol, estamos careciendo de buenos bateadores. Ese error
es debido a una sola causa; no existe un sistema de entrenamiento, sobre el
particular. Al respecto vimos como jugadores del Freshmen antes de comenzar el
match decisivo de la temporada hacían una práctica muy común en las Ligas
norteamericanas, tratando de pasar la pelota en forma corta y con piques
“envenenados” entre los jugadores de base. Pero, se olvidaron, de hacer un
ejercicio para el bate. Esto es más grave de lo previsto, cuando los lanzadores
son peloteros de tiros rápidos como el caso de Magro y Flores. Se necesita
tomar la mano, hacer un análisis de sus tiros y realizar un juego psicológico
en la caja de bateo. Con una buena práctica de “tiros largos”, tipo Bunteo,
como se acostumbra en todas partes del mundo se irá adelante. No queremos con
esto ser críticos despiadados de la actividad cumplida, queremos hacer algunas
puntualizaciones beneficiosas para los participantes. En general, el nivel
técnico se mantuvo. Ha sido un premio elocuente a la dedicación que han tenido unos pocos por mantener ese
juego que nos enseñaron peloteros en pasadas temporadas. Existe otro punto, que
deseamos mencionar muy por arriba, para que sea meditado por los clubes
afiliados (cinco en este momento). Ha llegado el momento de empezar las cosas
bien. De estudiar los próximos pasos con claro sentido del porvenir. La próxima
asamblea de la Federación será decisiva al respecto. En ese instante los delegados deberán
olvidarse que son tales. Pensar sólo en el Béisbol. Comenzar una nueva etapa de
difusión con entusiasmo de primera línea. Los neutrales deberán ser hombres
conocedores del béisbol, que vayan a la Federación no a hacer discursos, ni dar
ideas, sino a trabajar como verdaderos titanes. Los clubes y únicamente ellos
tienen la palabra….en resumen, de que su posición estará el futuro de nuestro
Béisbol.
Venancio Flores, hijo del otrora brillante, atleta
desaparecido. Concilió a sus condiciones de lanzador meticuloso sus fuertes
tiros, aprendidos en pasadas temporadas, junto a Milton Magro. Con él se constituyó
en lo mejor de la temporada.
Miltón Magro, discípulo del gran lanzador yanqui Larry Fleming
que reapareciera en la final contra el White Sox, volviendo a reiterar que sus
tiros son de catapulta.
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