Estimado Horacio,
Te felicito por
tu tarea de mantener vivo el recuerdo del "PANTERAS" y te agradezco
la oportunidad de poder aportar al grupo anécdotas y recuerdos, que ya se hacen
borrosos con el tiempo, pero que no dejan de sensibilizarme. Tengan en cuenta
que esta es la forma como yo recuerdo los hechos, que pueden ser algo
diferentes a como los tengan registrados en su memoria otros que compartieron
conmigo esas ya lejanas instancias.
Mi padre, oficial de la Fuerza Aérea, fue Agregado Aéreo en la embajada
uruguaya en Washington, D.C. entre 1953 y 1955, por lo cual yo había vivido dos
años en los USA, mirando baseball en la TV, conociendo el deporte, haciéndome
hincha de los Washington Senators - el cuadro de baseball de la ciudad - y
viendo a grandes jugadores de época, como Mickey Mantle y Yogi Berra (grandes
1era. base y cátcher de los New York Yankees), Mickey Vernon (1era. base
de los Senators y muchos otros.
Mi vinculación con los muchachos del PANTERAS se remontan creo que
al año 1958. En esa época cursaba 3ero. de Liceo en el Colegio y Liceo Sagrada
Familia y a través de un compañero de estudios desde Primaria, Julio César
Santos, que vivía en la calle Rivadavia casi Garibaldi y sabía de mis años en
USA y que me mencionó que en su barrio había grupo de muchachos que practicaban
softball.
Una tarde que había ido a estudiar a la casa de Julio, salimos a
la calle y conocí a un par de ellos; recuerdo claramente en ese momento a Cacho
Minoli. Nos dedicamos a tirar una pelota de lado a lado de la calle y me
enganché enseguida…Yo tenía una guante de mi época en USA y lo empecé a llevar
cada vez que iba a lo de Julio César.
Al poco tiempo estábamos practicando en algunos de los pocos
lugares con backstop disponibles. Se jugaba softball, deporte preferido en vez
de baseball, creo que fundamentalmente porque no había canchas suficientemente
amplias como para jugar baseball. Recuerdo que había backstops en la Aduana de
Oribe, contra la rambla y junto al Nautilus, en la playa La Estacada y allí nos
juntábamos periódicamente.
Acá mis recuerdos se hacen difusos, pero mi vinculación se
extendió hasta 1967, ya estando en Facultad de Ingeniería, cuando me fui
nuevamente a los USA. Hasta entonces integré el equipo de PANTERAS, siempre
jugando como 2da. base y creo recordar que con Sergio Varela al shortstop.
Con Julio Charlone – gran brazo - jugando de cátcher, habíamos
logrado una buena conexión y logramos sacar en 2da. a numerosos adversarios que
intentaban robar la base. Recuerdo en particular un partido contra HALCONES,
jugado en su cancha de Ave. Centenario e Industrias (hoy Ave. Dámaso Antonio
Larrañaga e Ing. José Serrato), frente al castillo del Profesor Borrazás. En
ese partido pudimos hacer dos outs en 2da. base, uno de ellos plantado frente a
la base y haciendo contacto con el jugador contrario que venía a la carrera por
debajo de su rodilla y haciéndolo pasar por encima de mi cabeza al aprovechar
su impulso.
Recuerdo también que en una oportunidad, a través de un contacto
con un funcionario de la embajada de USA en Uruguay, el Sr. Stolzembach,
jugaron un tiempo corto con nosotros un par de muchachos americanos que eran
integrantes del Cuerpo de Paz y que acabaron fichando en WHITE SOX.
Había partidos los fines de semana, generalmente los domingos, que
congregaban abundante público, especialmente cuando se jugaba en la cancha de
la Aduana de Oribe. En particular, recuerdo el partido contra WHITE SOX en que
estrené el uniforme negro con el PANTERAS atravesando el pecho. Y lo recuerdo
en particular porque jugué sin que tuviera la leyenda PANTERAS escrita, como
pueden ver en la foto ajunta, que creo es de 1965. Mi madre me lo bordó para el
partido siguiente.
Las excursiones al Paso de la Arena, en Cno. Tomkinson, a la
cancha de los japoneses son de recordar. Creo que era la cancha de Oriental, en
los fondos de los viveros de flores. Los japoneses siempre eran fuertes
adversarios, difíciles de vencer.
En particular recuerdo un partido de exhibición que se jugó dentro
del predio de la Escuela Militar, donde hoy hay un edificio de estudios
militares, donde jugamos – y vencimos – a uno de los cuadros japoneses, no
recuerdo cuál de ellos, posiblemente el ORIENTAL.
Hace algunos años, allá por el año 2000, encontré a uno de esos
japoneses viviendo en una casa sobre el Cno. al Paso del Andaluz en su cruce
con Cno. Toledo Chico y más acá en el tiempo, hablando con Emilio Ohno, me
entero que jugó en uno de esos cuadros y recordamos con afecto esa época.
Recientemente, otro jugador de PANTERAS, de una época posterior a
mi salida en 1967, con quien tenemos desde el año 2000 una relación por mi
actividad actual en la terminal de contenedores del puerto de Montevideo,
Terminal Cuenca del Plata, me preguntó si era yo el que aparecía en la foto a
la que hago referencia. Ese jugador es Eduardo Nápoli.
Un fuerte abrazo,
Rodolfo
Agradecemos estas lineas de Rodolfo Laporta y al decir de sus compañeros "tremendo segunda base".