Cuando se encuentran los amigos después de tanto tiempo, hay mucho de que hablar, de deporte, familia, sueños, de la vida, del campo, de los hijos y de tantos temas, que se van desgranando en los diálogos pausados, con sonrisas, por vivencias que han compartido. No hay duda que el tema que los uniò, en un comienzo fue el cariño por el deporte, por el Softbol, que supieron querer y por el que dejaron gran parte de sì mismos en tratar de generar las bases para una actividad difìcil de afincar en Uruguay. Pero ellos lucharon con todas sus fuerzas para crear esa semilla para que el mismo se perpetuara. Hicieron hincapiè en las divisionales de promociòn Menores y Juveniles, porque serìan ellos la base del futuro, mejorando el nivel competitivo y la permanencia de las institutuciones . Ese sueño compartido los llevò a trabajar juntos, contra la decidia de muchos dirigentes que lo sentian en un principio como una obligaciòn, los hechos dijeron lo contrario. Estos dos hombres, dirigentes de primera lìnea, comenzaron desde muy jòvenes a prácticar esta disciplina deportiva y como decìa Sergio, eran autodidàctas, no tenìan un espejo donde mirarse para desarrollar un deporte que no era originario en estas latitudes, las comunicaciones en esa època no eran las de hoy que por canales cable pasan partidos regularmente, pero habìa creatividad, esto los llevó a moverse con ciertas limitaciones, que no le impidieron realizar una actividad a nivel Nacional e Internacional, solicitar permisos para la utilizaciòn de un predio en la pràctica del Softbol(o Beisbol en un comienzo), de conseguir una mesada para pagar los gastos de mantenimiento de la Federaciòn, para la compra de trofeos que al final de temporada entregaban a los ganadores. Tambièn el material de juego tan necesario y escaso, de que manera llegar a èl. Me hace pensar en la alegorìa del Quijote, "luchaban contra molinos de viento". Es muy poco lo que yo pueda decir y tan grande el agradecimiento de todos los que en alguna oportunidad supimos tratar de pegarle a una pelota con un bate y correr a travès del diamante. La historia la hacen aquellos hombres, que con humildad, trabajo y tenacidad dejan una huella, que mejora el camino de las futuras generaciones.
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BUENISIMO EL HECHO DE HABER RECORDADO Y CONTACTADO A
ResponderEliminarENRIQUE !! EL LO MERECE COMO NINGUNO !!ESPERAMOS
VERLO EN LA COMIDA !!
ALDO Y MATILDE
gracias papa que a traves de este recorrido nos has enseñado tanto a crecer como personas y a luchar por lo que uno cree.
ResponderEliminarFernanda Varela
Un fuerte abrazo a mi amigo y mentor Enrique Arezzo. Todo el cariño que le tengo a nuestro deporte se lo debo a él. Aprovecho para enviar un cordial saludo al gran Sergio Varela, otro alma de nuestro deporte.
ResponderEliminarQue guapos están.
Hugo Chino Quiroga
hugoquiroga@edicionesdaly.es